La forma de la envolvente en arquitectura enfrenta una dificultad específica: cómo constituir su unidad.
Ese trabajo formal de los arquitectos se asienta "entre dos", en la relación dintorno-interior y contorno-exterior, así como en la continuidad perimetral y sus inflexiones y pliegues como formas de singularidad y localización, y la combinatoria emergente de la construcción por medios industriales desarrollando la envolvente como forma de montaje, capaz de organizar muy diversas componentes -realizadas con lógicas divergentes- bajo una unidad superior y específica, a la que podemos llamar "proyecto".
La definición de Vittorio Gregotti de la técnica de la construcción, como la organización de un conjunto de técnicas en diversos grados de evolución y el hincapie que hace en las modalidades de conjunción de estas técnicas- podrían ser partes de un sistema- como los elementos más comprometidos y también a menudo los lugares donde es más necesaria la aplicación de una invención específica, pareciera indicar que a partir de estas invenciones -a partir de la aplicación de técnicas de montaje- se puede dar lugar al surgimiento de técnicas compositivas.
Estas invenciones específicas encuentran su materialización en ciertas localizaciones, puntos de inflexión y singularidades, y se ven ejemplificadas en las obras que se describen a continuación de diferentes maneras. Uno de estos casos es el de la obra barroca San Carlo alle quattro fontane, que junto a la postulación de El Pliegue de G. Deleuze ¨el barroco remite a una función operatoria, no cesa de hacer pliegues¨, partiendo de esta postura se define a lo múltiple no solamente como lo que tiene muchas partes, sino como lo que esta plegado de muchas maneras¨.
